domingo, 1 de enero de 2017

El licenciado vidriera / Rinconete y Cortadillo. Miguel de Cervantes


 
 Las novelas ejemplares tuvieron en España, durante el siglo XVII, mayor aceptación aún que la inmortal novela cervantina. Veintitrés ediciones, una tras otra, se hicieron de ellas. Se comentaron hasta la saciedad, se vivieron y se imitaron.
La primera edición de las Novelas ejemplares, hecha en papel de la tierra (es decir, en papel nacional), fue impresa probablemente por los frailes cartujanos del Paular y debió salir al público hacia finales de agosto de 1613.
 

Autor: Miguel de Cervantes
Título: El licenciado Viriera y otras Novelas ejemplares

Prologo: Luis Rosales
Edición y notas: Inmaculada Ferrer

Salvat Editores, S.A.
Nº de páginas: 317
El licenciado Vidriera
La gitanilla
La ilustre fregona
El casamiento engañoso
Novela y coloquio que pasó entre Cipión y Berganza




  El humor es una actitud vital. Ramón Gómez de la Serna afirmaba en su ensayo Humorismo, que "casi no se trata de un género literario, sino de un género de vida, o mejor dicho, de una actitud frente a la vida". El Diccionario de María Moliner lo define como un estado de ánimo, una disposición, un talante: "una cualidad consistente en descubrir o mostrar lo que hay de cómico o ridículo en las cosas o en las personas". El buen humor tiene la virtud de permitirnos expresar individualmente nuestra personalidad, de situarnos en otra dimensión frente ala realidad, frente a la vida.
 

 
(...) ¡Oh pícaros de cocina, sucios, gordos y lucios, pobres fingidos, tullidos falsos, cicateruelos de Zocodover y de la plaza de Madrid, vistosos oracioneros, esportilleros de Sevilla, mandilejos de la hampa, con toda la caterva innumerable que se encierra debajo deste nombre pícaro ¡Bajad el toldo, amainad el brío, no os llaméis pícaros si no habéis cursado dos cursos en la academia de la pesca de los atunes. ¡Allí, allí, que está en su centro de trabajo junto con la poltronería! Allí está la suciedad limpia, la gordura rolliza, la hambre prompta, la hartura abundante, sin disfraz el vicio, el juego siempre, las pendencias por momentos, las muertes por puntos, las pullas a cada paso, los bailes como en bodas, las seguidillas como estampa, los romances con estribo, la poesía sin acciones. Aquí se canta, allí se reniega; acullá se riñe, acá se juega, y por todo se hurta. Allí campea la libertad y luce el trabajo; allí van , o envían muchos padres principales a buscar a sus hijos, y los hallan; y tanto sienten sacarlos de aquella vida como si los llevaran a dar muerte.
 Pero toda esta dulzura que he pintado tiene un amargo acíbar que la amarga, y es no poder dormir sueño seguro sin el temor de que en un instante los trasladen de Zahara a Berbería...(La ilustre fregona, pág. 152-53)
    





¡¡Feliz Año Nuevo!!

 
 Unos ricos panettone milanese. El panettone es un dulce procedente de Milán, surgido en el siglo XV. Incorporado al menú navideño este postre procede de la capital de Lombardía. Una de las claves de su popularidad es la sencillez de sus ingredientes, que lo hace accesible a todos. 
 Según cuenta la leyenda el panettone surgió, cuando durante un almuerzo navideño en la mansión de un duque milanés, al cocinero se le quemó el postre en el horno, lo que llevó a uno de los sirvientes a preparar un pan con los ingredientes que había en la alacena: harina, huevos, mantequilla, fruta seca y agua. La fermentación es totalmente natural, requiere unas siete horas, con forma cilíndrica característica. 
 El término "panettone" aparece por primera vez en el Diccionario italiano en 1814, escrito por Francesco Cherubini.